Anteriormente, os contamos lo que son las lentes progresivas, su funcionamiento y sus diferentes tipos. Hoy os contamos los beneficios que otorgan la utilización de las lentes progresivas en Móstoles y cómo adaptarse a ellas.
Ventajas de las lentes progresivas en Móstoles
Una de las principales ventajas de las lentes progresivas es tener una correcta visión a diferentes distancias, con unas únicas gafas tenemos la posibilidad de tener varias graduaciones al mismo tiempo sin la necesidad de cambiarlas. Con unas solas gafas el individuo podrá ver de cerca y de lejos, no deberá cambiar de montura para cada actividad que realice. Esto otorga comodidad y practicidad.
Por otra parte, otra de sus ventajas se sitúa en la transición entre las distancias. La visión con las lentes progresivas cambia de manera gradual a lo largo de la lente, no se producen saltos, lo que proporciona una mayor naturalidad. Además, esto evita problema como mareos o dolores de cabeza.
Finalmente, las lentes progresivas no solo presentan ventajas visuales, también estéticas. Al no presentar líneas divisorias entre las distancias, la lente presenta una apariencia impecable y lisa, lo que las hace más estéticas.
Cómo adaptarse a este tipo de lentes.
Aunque cuando se comienza a usar las lentes progresivas se necesita un tiempo de adaptación, siguen siendo la mejor opción para tener una visión nítida y natural a cualquier distancia.
Ante todo, lo primero que se requiere es paciencia. El tiempo de adaptación depende de diferentes factores como la calidad de las lentes adquiridas y la persona que las porte.
Una de las recomendaciones es coordinar el movimiento de los ojos con el de la cabeza, debido a que con las lentes progresivas se hace más difícil mirar de reojo por el área periférica que está posee. Por tanto, debes acostumbrarte a girar la cabeza. Teniendo en cuenta lo mencionado anteriormente se aconseja tener especial cuidado en subir y bajar las escaleras, es conveniente acompañar la mirada con la cabeza, ya que al mirar hacia abajo se pueden producir aberraciones.
Cuando adquieras las gafas progresivas los primeros días debes intentar mover tu cabeza suavemente. Asimismo, cambiar el enfoque pasando por elementos en diferentes distancias, de distancias cortas a lejanas, o a la inversa.
También, puedes realizar ejercicios en un lugar donde te sientas cómodo y seguro. Por ejemplo, mirando a un punto fijo, sentándote y levantándote, así el cerebro se habituará a los nuevos campos de visión.
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